Ficha técnica:
- Localización: Luxor (Egipto)
- Materia: piedra
- Cronología: S.XVI-XIII a.C.
- Autor: Amenhotep?
- Estado de conservación: regular, pérdida de materia.
Descripción:
Arquitectura con acceso al templo mediante franqueo de figuras guardianas (esfinges), obelisco en lado izquierdo que por simetría denota la falta del derecho y pilonos laterales al acceso, además de sendas figuras sdentes del faraón (tocado con la corona de unión del alto y bajo Egipto) ante el acceso, precedido todo ello por una avenida también de esfinges que da recorrido a la puerta principal. Construcción en piedra con sillares apilados sin unión apreciándose la existencia de ventanas en la zona superior de los pilonos y remates en los pilonos. Según plano de alzada, el acceso da pie al patio de columnas y cámara del dios.
Valoración artística:
Lo primero que resalta es la grandiosidad de la obra; el empequeñecimiento de las personas que se acercan ante esa monumentalidad aumenta el poder del faraón y del dios. Resalta también lo compacto y sensación de robustez por el material empleado (piedra sillar) y forma amurallada y adintelada, con columnas enormes también de piedra.
El templo se sitúa en una órbita acondicionada para impresionar, con una geometría patente y una simbolismo religioso y de poder evidente, aconjuntado por repeticiones de esfinges guardianas solemnes y columnatas.
Valoración histórica:
Nos hallamos en el imperio nuevo, donde las pirámides han dado paso a los grandes templos. La monumentalidad de las obras es acorde al poder del faraón y del dios, en una cultura profundamente religiosa y creyente en la vida de ultratumba, por lo que los templos sirven al fin de trascendencia profunda en ese aspecto. El templo es construido por diversos faraones debido al tiempo de construcción y restauraciones, pero su función funeraria iniciada presuntamente por Amenhotep invoca su inicio en el imperio nuevo y está dedicado a Amon-Ra. Función religiosa patente mostrando una gran solemnidad, estatismo y rigidez que se aprecia en la forma de las estátuas y en la disposición de los templos, que van adentrando al visitante en un “camino” hacia la tumba del faraón.