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La España de tres culturas
Por Miguel M. Delicado Publicado en Antropología, Historia, Política, Religión en 15/06/2011
La Necrópolis del Palacio de Llorca. Alicante. Anterior Las órdenes religiosas Siguiente
Mapa político de España. 1854. Fuente: 2.bp.blogspot.com

Una característica que he apreciado hasta ahora en la historia de nuestra Hispania, y que se repite en diferentes épocas, es la solicitud de ayuda al exterior para combatir nuestros propios enemigos, que a la sazón son los mismos a los que llamamos para ayudarnos previamente… Esta peculiaridad del hispano, sea en época visigoda (estos también entran en el cesto) o en cualquier otra, ha influido en la aparición de nuevas culturas dentro del marco peninsular.

Quizá debíamos preguntarnos si la existencia de estas tres culturas no está motivada por ello, me explico; los cristianos, los musulmanes y los judíos son culturas que provienen del exterior pero sus raíces de asentamiento vienen dadas por la solicitud interior previa. Teniendo en cuenta esto, podríamos decir que la cultura cristiana lo es porque previamente se dejó entrar a los visigodos, la musulmana porque les pedimos ayuda para la guerra, etcétera.

El crisol  y la convivencia de estas culturas provocaron el desarrollo posterior que dio los buenos frutos en avances técnicos gracias a los musulmanes, administrativos cristianos etc. Otra cuestión es cómo vemos esta convivencia, pues yo pienso que estaban obligados a ella en función sobre todo del elemento comercial, otra cosa eran los intereses políticos.

La vida diaria de cada cultura se enmarcaba dentro de su propia costumbre y leyes, pero un musulmán que necesitaba patatas cristianas que estaban vendiendo los cristianos al lado de su pueblo, las compraba al igual que un cristiano compraría otra cosa a un musulmán, y seguro que ambos les pedían si hacía falta un préstamo a los judíos. Todos eran importantes en este entramado, sin menosprecio de nadie, cada cual cumplía un papel en la sociedad y así se convivía. Las guerras se organizaban desde arriba y las expulsiones futuras también. El día a día era una cosa (había que comer, ir al médico… y convivir) y las guerras otra.

Nuestros enemigos a combatir en cada momento eran todos externos; griegos, cartagineses, romanos, visigodos, musulmanes… Por desarrollo histórico hispano entendemos que se desmarcaban del origen natural de la península, pero si tenemos en cuenta que ninguno de ellos eran originarios de España, ¿por qué entender que esas tres culturas son nuestras? pues será porque el tiempo de asentamiento forjó parte de nuestra identidad, pero no debemos olvidar creo yo, que los genes hispanos están formados por muchas más que no constan por estar poco tiempo o ser menos importantes, e incluyo la judía, por eso ese crisol es el reflejo de nuestra sangre.

Pienso que la España de las tres culturas lo es en cuanto que la situemos en un contexto histórico preciso, como lo es el Medieval, pero bajo mi humilde opinión los ancestros hispanos son tan multi-culturales como la regeneración que se produce en la población con el paso de los siglos.

Tres culturas en el Medievo en convivencia a bajo nivel, en disputa a más alto nivel, y no las únicas representantes del carácter hispano.

Bueno, evidentemente los aspectos respecto a la Inquisición y las persecuciones de cualquier otra religión tienen mucho que ver con el factor poder. El miedo a la propagación musulmana no venía, creo yo, del lado religioso, sino del lado poderoso.

La excusa religiosa siempre ha servido como pantalla de ocultamiento de los verdaderos intereses que existían detrás. El poder civil necesitaba esa pantalla para expandir su influencia, y las creencias del pueblo, que además se compartían por la nobleza o realeza, eran aprovechadas para perseguir otras culturas y religiones anexas que pudieran poner en peligro la estabilidad interna.

El caso judío fue un caso que no se enmarcaba tanto en la determinación de poder territorial o civil, cuanto en la eliminación de este poder conseguido por los judíos a través del préstamo y del control económico. Los judíos terminaron siendo expulsados por la propia forma de su subsistencia, al contrario que los musulmanes que lo fueron por motivos territoriales, de poder civil, eclesiástico o religioso y miedo a su expansión y colonización.

La situación social cambia con el paso de los siglos, pero no tanto. A poco que se estudie el caso de cualquier país hoy en día dentro de Europa, se verán los mismos recelos hacia ciertas clases sociales, otras religiones y otras culturas, pero la gran diferencia a favor es que la mayoría social prefiere esa convivencia y sus problemas a las medidas drásticas de xenofobia expulsora.

Debíamos preguntarnos si los problemas de asentamiento de otras culturas no nos molestan mientras sigamos teniendo un mismo nivel de vida… ¿pero si este cambiara? Situándonos en la Edad Media, el nivel de vida era tan precario para muchos, que una pequeña cuestión de injerencia suponía un trastorno importante en sus vidas, lo cual era idóneo para los altos grupos sociales de presión para acaparar ese poder que dejaban los expulsados.

Bueno, si no hubiera abogados del diablo… ¿Para qué querríamos un Dios?

Creo que precisamente esa tesitura intercultural es la que hace que seamos como hoy en día somos. No se puede comprender cómo sin Averroes y sus avances médicos, los cristianos hubieran evitado ciertos males, cómo hubieran mirado hacia el universo con otros ojos o cómo hubieran interpretado escritos en árabe del mismísimo Aristóteles sin la escuela de judíos toledanos.

Pienso que aun siendo una utopía, el ser humano está llamado al entendimiento intercultural, y más aún en este mundo de globalización. Una cosa es que sea fácil la convivencia y otra que con el paso del devenir histórico se demuestre que la misma ha sido productiva. No se puede negar que la convivencia de las tres culturas fue difícil, y que además lo demostró la propia expulsión judía de 1492 y el avance cristiano contra el mundo musulmán. Pero también es muy cierto que esa convivencia trajo consigo grandes acuerdos comerciales, fusiones genéticas con la transmisión de lo bueno y de lo malo de cada uno, grandes avances en materias tan dispares como la astronomía, las matemáticas o la medicina, y en muchos de estos casos los nombres no eran cristianos.

La historia cuenta lo ocurrido y el tiempo se encarga de situar lo ocurrido en su sitio, esa es mi humilde opinión, por eso no podemos decir que la España de las tres culturas no existió históricamente, y otra cosa es que no siendo fácil su integración sí fue muy productiva con el tiempo:

España de las tres culturas en la ¿Edad Media? Y qué pasó con los Íberos junto a fenicios y griegos? ¿Relaciones siempre maravillosas? ¿Y progresaron?

Lo dicho, no es fácil. Difícil sí. Muy productiva también. Necesita tiempo y que lo cuente la Historia.

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