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La vida de los otros
Por Miguel M. Delicado Publicado en Arte, Historia, Política, Recomendaciones del Autor, Tecnologías en 07/03/2012
Arquitectura histórica, bienes de interés cultural. ¿Uso o museo? Anterior ¡Que tengas un buen día! y ¡Cuídate! Siguiente
La vida de los otros

Una película intensa, en la cual analizaremos a su personaje principal, así como los distintos niveles de realidad y de la conducta de algunos de los personajes que en ella se desenvuelven.

Anton Grubitz.
Nos encontramos ante un personaje cuyo desarrollo se incardina en la ascensión dentro del escalafón de la Stasi. Una progresión acometida a lo largo de más de veinte años de ejercicio hará que el protagonista vea una forma de prolongarla mediante la cesión de diversos factores ideológicos (antes esenciales), a cambio de métodos y relaciones más realistas que van acorde a su transformación personal.

Grubitz no nos es desvelado desde sus inicios en la Stasi, pero el guión está tan trabajado, que con las pocas participaciones en la trama se nos deja entrever esa profunda transformación que ha sufrido desde su juventud. Su visión del conjunto ideológico y estructural de la ideología comunista ha cambiado desde que era alumno en la escuela de agentes (así le manifiesta a Wiesler sus recuerdos cuando estaban sentados en los pupitres y recibían las enseñanzas en investigación).

Los años de experiencia y visión de los métodos y formas de progresar dentro del sistema hacen que Grubitz opte por esa cesión ideológica a cambio de una más práctica y eficiente forma de supervivencia en la que, aparentando la dedicación plena al partido y subsumiendo valores ideológicos en los más convenientes desarrollos a nivel personal, logra establecerse en una “selva” de poderes donde las relaciones y los favores son esenciales para el ascenso. Su vida por tanto está orientada hacia ese afán de poder y encumbre, para lo que ejerce la actitud acorde a ello, con movimientos sibilinos de engaño y promesas, de ocultamiento de delitos en pro de su objetivo (borrado de las grabaciones comprometedoras del ministro), justificaciones de sus actos por el propio bien del sistema y promoviendo cualquier acción que no le comprometa (aunque sí lo haga a otros) para su beneficio personal.

Grubitz se mueve en un Nivel 1 y pasa al Nivel -1, por cuanto su beneficio personal hace que las relaciones que inicialmente parece ejercer y aprovechar de Nivel 2, en realidad son un medio para el desarrollo del Nivel -1 e incluso llega a traspasar la frontera al -2 (no duda en vejar o maltratar psíquicamente para conseguir sus fines). Grubitz utiliza esas relaciones provechosas para su objetivo anteriormente descrito “ya no se trata de notas sino de éxitos”, lo que no obvia el hecho de que sus interlocutores, tanto los superiores como los subordinados, tengan muy claro en qué terreno se mueve y cuáles son sus pretensiones.

Podemos decir que Grubitz es un “animal político” tal y como consideraría Aristóteles, pero que su posicionamiento en una estructura policial tan delicada como la Stasi, hace que sus “favores” personales y sus pretensiones sobre los demás estén al límite legal, lo traspasen abiertamente e incluso entren en la propia cobertura de la mínima dignidad humana.

Nivel 1: En una escena que prácticamente pasa desapercibida por su brevedad, encontramos el perfil exacto del nivel 1. Es la que se desarrolla cuando Wiesler releva al agente en las escuchas y escucha a Dreyman y Hausa hablar del artículo, una vez han conseguido pasar el artículo a la Alemania Occidental. Wiesler contradice al agente cuando este interpreta que no es una obra de teatro de lo que hablan (la verdad), y le pregunta si acaso es también un intelectual como ellos ya que piensa demasiado “deje que sean sus superiores quienes piensen”. Cada uno en su sitio, relación de acción y reacción pura.

Nivel 2: Nos encontramos con este nivel en la escena en que se encuentran los amigos de Dreyman y este en el parque. Acuerdan con sus propias relaciones valiosas, la posibilidad de publicación del artículo del conflicto en la Alemania Occidental. Tras esto se esconde la realidad del riesgo personal de cada uno, que apuesta por un ideal e interés común pese a asumir un alto riesgo de detención por parte de la Stasi, caso de estar “pinchados”. Existe un respeto entre ellos y una abierta decisión en pro de la ayuda a Dreyman, por lo que superan el básico nivel 1 para ascender a relaciones que incluso hacen peligrar su normalidad vital .

Nivel 3: Se produce con el desarrollo conversacional de Albert Jerska y Dreyman en casa del primero, después de su apartamiento de la dirección escenográfica por parte de la Stasi. Reconoce que ahora es él mismo, y alude a los grandes valores de la propia persona en cuanto que indica que uno no es nada si no puede ser libre para su propio desarrollo “[…] un molinero sin trigo no es nada”. De esta forma nos refiere la verdad de la vida, una vida íntegra, justa y en la que la belleza se dispone en la consecución de valores personales y conjuntos en libertad para ejercerlos.

Nivel -1: Aunque la película ofrece otras escenas mucho más representativas, he optado por elegir la del minuto donde el desenlace frustrado para Grubitz hace que amenace abiertamente a su propio amigo de estudios Wiesler. Acorde al personaje elegido para su descripción, en esta escena Grubitz le indica su destino a Wiesler y terminación profesional. Negación de su propia dignidad evidente y notoria que ya se entrevé por las dudas que Grubitz tiene sobre los resultados que últimamente tiene la investigación de Wiesler. Objeto sin valor, lo degradará hasta lo más bajo de la Stasi durante veinte años “veinte años… eso es mucho tiempo”.

Nivel -2: La detención de Christa por la Stasi, la humillación y maltrato psicológico que sufre por parte de Grubitz cuando no le da alternativas y le indica el fin de su carrera y su hábito a la drogadicción para sonsacarle información de su novio, la pone entre las cuerdas para poder salir de ello, obligándola a facilitar esa información. En esta escena vemos el derrumbamiento personal y psicológico de Christa, que en su vejación es capaz de ofrecerse incluso sexualmente, dado que su vida se acaba en todos los sentidos; Dreyman será detenido, ella también, dejará de ser artista (lo que es crucial para ella), no tendrá acceso a la medicación clandestina, etcétera. Una denigración humana en toda regla.

Ficha de la película: http://www.filmaffinity.com/es/film381846.html

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