“Hace unos cuarenta años, en la ciudad de Durban, un miembro de la Flat Earth Society (Sociedad de la Tierra Plana) desafió al mundo a un debate público. El desafío fue recogido por un capitán de barco cuyo solo argumento en favor de la redondez de la Tierra era que él la había recorrido. Este argumento, claro está, fue fácilmente desechado, y el propagandista de la Tierra Plana obtuvo dos tercios de mayoría. Una vez declarada así la voz del pueblo, el verdadero demócrata debe sacar en conclusión que en Durban la Tierra es plana”. Pasaje de: Russell, Bertrand. “Por qué no soy cristiano.”
— La democracia es, así, el menor de los males de gobierno que nos han inculcado desde pequeñitos, pues no siendo el gobierno de los mejores para cada rama de la política como sería la aristocracia (aristos=los mejores; cratos=poder [no confundir con el poder de los ricos o plutocracia]), obtiene el apoyo popular necesario para mantenerse invicta. Así, izquierda y derecha se turnan el poder al libre albedrío de la inocente democracia, mientras los plutócratas realmente mandan y dirigen a los «peleles» políticos, sean de derecha o de izquierdas, ¡Qué más les da!