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Bisonte lamiéndose. Comentario artístico
Por Miguel M. Delicado Publicado en Arte en 13/11/2011
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Bisonte. Museo de Saint-Germain-en-Laye (Francia)

Nos encontramos ante una manifestación de la naturaleza artística más primitiva. Una figura de un bisonte lamiéndose el lomo, que como más adelante expondremos aporta una serie de características que conforman las propias del arte paleolítico mobiliar.

FICHA TÉCNICA:

Se trata de una figura pequeña (de 95 x 75 mm.) realizada en asta de reno mediante técnica de tallado, desconociéndose su autor debido a su cronología paleolítica superior y presentando un estado de conservación excelente atendiendo al período transcurrido.

Se puede contemplar en el Museo de Saint-Germain-en-Laye (Francia), lugar de custodia actual de esta pieza de arte mueble localizada en la cueva de la Madeleine en el departamento de Dordoña, en la Aquitania francesa.

DESCRIPCIÓN:

Es un bisonte que se lame el lomo izquierdo, formado por una sola  pieza de forma irregular y acomodada al elemento material de origen (asta de reno) para aprovechar la representación en la forma natural de la materia trabajada.

La pieza no dispone de junturas o acoples materiales, se presenta visualmente en un conjunto único, sin partes divididas, pero aquí debemos reseñar que la cabeza al estar más trabajada, como indicaremos en la valoración posterior, parece estar formando un conjunto distinto o acoplado al cuerpo (este menos rugoso).

La pieza representa de forma naturalista la forma del animal, que se reconoce claramente aunque no entra en el detalle corporal exhaustivamente, sí debemos decir que la cabeza está más trabajada, apreciándose detalles en cuanto al pelaje, forma de los rasgos faciales: boca, lengua (lamiendo), oreja, ojo y cornamenta.

VALORACIÓN ARTÍSTICA:

La obra resulta agradable por la propia naturaleza del elemento representado, no es agresiva y es bastante fidedigna al animal original.

La parte corporal (más lisa) se distingue de la cabeza por esa síntesis de tallado. El ritmo de la talla se expresa en el pelaje del cuello al repetirse el tallado para dar la acumulación pilosa necesaria.

Nos encontramos con un aporte del artista dinámico; el giro de la cabeza nos realza ese dinamismo y movimiento del animal, en el que este giro (un poco forzado si nos atenemos a imágenes reales de bisontes) y la lengua saliente nos enfoca hacia un movimiento animal natural que pretende plasmar una imagen también natural. En todo caso el forzado se debe a que la extensión de la cabeza no es acorde con ese alcance de la boca hasta casi el inicio del tercio trasero corporal.

En sus caracteres artísticos también presenta un aspecto de robustez, pues aun siendo pequeña, el material robusto de asta de reno, unido a la conformación única, sin elementos salientes finos, hace que la solidez esté presente.

El dinamismo se ha plasmado con increíble sencillez, pues no ha precisado más que de un giro craneal y tallado de la lengua para expresarlo, sin necesidad de integrar todo el conjunto en una carrera con movimiento de las patas, etcétera.

La proporción no es acorde respecto a la longitud de la cabeza (excesiva) en relación al cuerpo. Respecto a una visión en conjunto y sin fijar la atención, sí parece estarlo, por lo que se da un equilibrio aparente de la figura, que comparada con una imagen real denota esa robustez en el tercio anterior y medio, quedando más ligera en el posterior.

Por la propia configuración dinámica aportada por el artista y estructural del animal, nos presenta una predominancia de la horizontalidad, ayudando ese giro de la cabeza a aumentar esa horizontalidad al quedar integrado dentro de la estructura del cuerpo y no sobresalir por la parte superior en forma erguida. En todo caso, el artista ha conseguido presentar la totalidad del animal presentándolo lateralmente y girando la cabeza para conseguir presentar las facetas no visibles en lo lateral.

En cuanto a la iluminación que se aprecia en la figura nos deviene de la propia talla, pues el lado liso del lomo del animal acumula lumen y los desenfoca hacia la parte inferior del cuerpo, otorgando el detrimento lumínico hacia la zona frontal del animal, lado del pelaje del cuello y pecho inferior, en este orden. En resumen, no existe uniformidad luminosa en la figura aunque es abundante.

VALORACIÓN HISTÓRICA:

La obra se conoce como “Bisonte lamiéndose” y su autor es desconocido como indicábamos al principio por su cronología paleolítica superior.

Los caracteres que presenta respecto a su encuadramiento artístico-histórico se adecuan al paleolítico por presentar un tamaño transportable (arte mueble), acorde al nomadismo propio de la época; talla realizada en elementos materiales disponibles para el estilo de vida de caza y recolección (asta de un reno) y por medio de útiles capaces de efectuarla como la piedra, silex etc.; creación artística simbólica, sin funcionalidad específica pero con componente espiritual claro respecto a la bonanza en la caza; localización del hallazgo en la zona de presencia humana constatada; temática natural y numen para la previsión de la abundancia; ansia de perfección y sentido de la belleza al expresarse el artista con la adecuación a la realidad y belleza natural; animal tallado acorde a los típicos de esa época (bisonte) como arte descriptivo y representativo de la potencia.

La obra aportaría en su momento el sentido espiritual de “acompañamiento” al hombre en su devenir como cazador, aportándole esa sensación de seguridad en la caza y en la abundancia. En el arte universal aporta la constatación de un hallazgo más que identifica el arte mobiliar del paleolítico, con los caracteres antes mencionados. Aun no siendo una pieza espectacular, sí tiene una belleza por su simplicidad, tanto en la talla como en la expresión del movimiento, y en base a la época que representa.

Como conclusión podemos añadir que el artista nunca hubiera pretendido que treinta mil años después nadie estuviera estudiando su obra, pero si fue válida para aportarle esa seguridad y abundancia que necesitaba, pues el estudio queda en un segundo plano para alguien que nunca pensó qué era el arte… aunque ya lo estaba realizando.

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