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Los humanistas. ¿Estamos en crisis?
Por Miguel M. Delicado Publicado en Humanidades en 11/02/2011
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Símbolo humanista

La cuestión principal. ¿Estamos en crisis?

Bien, yo creo que voy a posicionarme del lado menos ortodoxo, y desde luego no es que yo sea un reaccionario, quizás sea porque me sienta más a gusto defendiendo lo poco que queda de un humanismo significativo, que dando por hecho que casi todo está perdido en la virtud humana. Ya alguno de mis compañeros de universidad ha hecho apuntes en este sentido, como Fidel que cita “el humanismo continuará perdurando en el interior del hombre, porque el humanismo anida en el interior de las personas con sólo ser capaces de sentir y amar respetuosamente la vida”.

Voy por partes… Lo cierto es que no podemos discutir que en la sociedad actual, la carencia de transmisión de valores o virtudes inherentes al hombre, cuanto menos es escasa comparada con la antigüedad ¿no? Ahora bien, ¿con qué proporción de personas? ¿con qué tipo de valores?

Si nos centramos en el mundo antiguo, incluso en el mundo griego, ¿podríamos decir que casi todos los soldados practicaban aspectos humanistas?, ¿y los agricultores? ¿y los herreros? Pienso que debemos ser cautos en estas cuestiones. Estas personas estaban más en sus problemas económicos y de salvaguardia vital que en “la cuestión vital o esencia humana”.

En una sociedad cada vez más global, con más de seis mil quinientos millones de personas, comparar la situación actual de los valores humanistas con el mundo grecolatino es como querer comparar la cantidad de sistemas estelares de nuestra Vía Láctea con la del propio Universo. No podemos decir que en el mundo griego o latino no se practicase por parte de muchísimas personas esa virtud, pero debemos practicar la prudencia, la moderación y la equidad por ellos proclamada. Ni todos los ciudadanos (y no hablo de derecho) eran tan humanistas, ni los humanistas lo eran tanto en algunos casos.

Pero algunos de los que practicaban esa moderación, esa equidad, esa esencia moral, estaban cansados de ordenar muertes, de tener esclavos y de vivir en la riqueza “pensativa” mientras el resto morían desangrados, de hambre, o les violaban a sus mujeres y a sus hijas. Es muy fácil practicar la virtud cuando el ser humano no tiene otras preocupaciones. En la guerra del mundo antiguo, e incluso en su propia paz, la supervivencia para algunos era cuestión permanente.

Los números de hoy en día no son comparables. La práctica humanista se define por una serie de valores digamos, superiores, que cohabitan en lo más profundo del ser, y para eso se requiere serenidad y tranquilidad en la mayoría de los casos, como nos puede pasar a los propios escribas en un blog. Esto no quita que personas como Gandhi, la Madre teresa de Calcuta o cualquier otra puedan ser un ejemplo de moralidad y virtud en las situaciones más desesperadas… pero no es lo normal.

Hoy en los programas televisivos el insulto está a la orden del día, la agresión verbal y física en la vida es común, la supervivencia y la oposición se muestran cada minuto, y podríamos seguir… pero yo apuesto por los que aún así mantienen la educación como valor a transmitir, la prudencia y la moderación como un fin vital y el saber estar y el conocimiento como puntales. Seguro que nos asombraríamos en la comparación estadística ponderada, de una y otra época, porque estoy seguro que las personas de hoy son mucho más “practicantes” (no hablo de religión claro) de lo que pensamos. Dentro de cada uno anida una red de valores que se muestran cuando se produce el momento preciso… un callar a tiempo en una situación desesperada, una palabra elocuente adecuada a una situación, una serenidad en un momento tenso, una moderación en el justo tiempo… ¿cuántos de estos no estarán estudiando Humanidades? Estoy casi seguro que más de mil millones, lo cual supera con creces el porcentaje del mundo clásico.

Pero como esto sería demagogia al haberme pronunciado sin ortodoxia, para ser más pragmático y hablándoles de usted (lo cual ya es en sí mismo humanista), acéptenme que les diga que si me preguntan cuántos de estos viven actualmente en comparación con el mundo antiguo, yo les contestaría… con uno solo me bastaría para dar ejemplo al resto de la humanidad ¿no creen?

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