Siempre hemos comido igual; esto es, alimentándonos de forma natural, como mandan los cánones; como ha establecido la naturaleza. Había que cambiar algo si queríamos que este planeta soportase tan tremenda carga de suministro.
Pues eso… A trabajar en esto; buscar texturas, sabores, olores y colores con los que engañar a nuestra vista, olfato y paladar, que al fin y al cabo, todos somos animales. A los expertos enólogos también se la pegan con vinos de cuatro euros.