«Los de Utopía se maravillaban de que un hombre cuerdo pudiera arrobarse ante el vano resplandor de, una piedrecilla, pudiendo mirar la hermosura y belleza de los Astros, y aún del mismo Sol. O de que hubiera hombres tan vanos que se figuren que son más nobles porque vistan telas más finas y lujosas, cuando la verdad es que la más fina lana tuvo su principio y se crió en la oveja.»