«Estrabón, Geografía III.3.6-8
§6. Se dice de los lusitanos que son hábiles en emboscadas y exploraciones, siendo ágiles, ligeros y capaces de salir de peligros. Dicen que ellos usan una pequeña rodela que tiene un diámetro de dos pies y es cóncava por delante, y se maneja por correas, no teniendo ni abrazadera ni asa. Además llevan puñal o sable. La mayor parte tiene corazas de lino, y sólo pocos corazas de malla y un casco con tres penachos, mientras los demás usan cascos de nervios. Los infantes usan también grebas y cada uno lleva varias jabalinas. Algunos tienen lanzas para estoque con puntas de bronce. Dicen que algunos de los ribereños del Duero viven a la manera espartana, untándose dos veces por dia y usando baños de vapor, que hacen (echando agua en cima) con piedras enrojecidas (por el fuego), tomando también baños fríos y sólo una comida por día que es sencilla y limpia. Son muy aficionados los lusitanos a sacrificios (humanos) y examinan las entrañas, pero sin sacarlas. Examinan también las venas del pecho y dan oráculos palpándolas. Vaticinan también por las entrañas de prisioneros, cubriéndolos con capas. Después cuando el sacerdote da un golpe en las entrañas vaticinan primero por la caída. También cortan a los prisioneros las manos y dedican a sus dioses las manos derechas.
§7. Todos los serranos hacen una vida sencilla, bebiendo agua, durmiendo en el suelo y llevando el pelo largo como las mujeres. Pero en el combate se ciñen la frente con una faja. Por lo general comen carne de cabrón y sacrifican al Ares cabrones y caballos y prisioneros. Hacen también hecatombes de cada clase como los griegos, como dice Píndaro «sacrificar todo por centenares». Y practican ejercicios o gimnásticos o con armas o a caballo, y pugilato y carreras y tiro de dardos y combate en batallones. Los serranos viven durante dos tercios del año de bellotas, que secan y machacan y después muelen para hacer pan de ellas y conservarlo largo tiempo. Beben también cerveza. Vino tienen sólo escaso y, si lo logran, pronto lo gastan haciendo banquetes con sus familias. En lugar de aceite emplean mantequilla. Toman sus comidas sentados, teniendo alrededor de la pared bancos de piedra. Dan la presidencia a los de más edad y categoría social. La comida se sirve en giro. Durante la bebida bailan en rueda acompañados por flauta y corneta o también haciendo saltos y genuflexiones. En la Bastetania bailan hombres y mujeres juntos cogiéndose por las manos. Todos llevan, por lo general, capas negras, y envueltos en ellas duermen sobre paja. Las mujeres llevan sayos y vestidos con adorno floral. Usan vasos de madera, como los celtas. En lugar de monedas los más apartados emplean el cambio de mercancías o dan pedazos de plata cortados. Despeñan a los condenados a muerte, y a los que mataron a sus padres los apedrean fuera de la ciudad o del confín. Se casan (con una mujer sola) como los griegos. Ponen a los enfermos al lado de los caminos, como hicieron los antiguos asirios, para consultar a los transeúntes que hubieran tenido un mal parecido. Usuban barcos de cuero antes de Bruto (Gallaico) a causa de las inundaciones y bajos, pero hoy hasta barcos hechos de un solo tronco, son raros. Su sal es rojiza, pero machacada se vuelve blanca. Tal es la vida de los montañeses, es decir, como tengo dicho, de las tribus que ocupan el lado septentrional de Iberia: los gallaicos y astures y cántabros hasta los vascones y el Pirineo. Porque es idéntica la vida de todos ellos. Me sabe mal citar aún más nombres por lo extraño de su forma, ya que a nadie puede gustar oír hablar de Pleutauros y Bardyetas y Allotrigas y otros nombres aún peores y más ininteligibles.
§8. Lo inculto y salvaje de aquellas tribus se explica no sólo por su vida guerrera, sino también por su sitio apartado. Siendo la navegación y los caminos hasta ellos largos, y no teniendo relaciones con otros han perdido lo sociable y humano. Pero hoy esto se nota menos a causa de la paz y de la presencla de los romanos, pero los que menos logran esa ventaja son más bárbaros y bestiales. Además el país de algunos con su pobreza y sus sierras debió aumentar tal falta de cultura. Pero ahora, como he dicho, se ha puesto fin a todas sus guerras. Porque a aquellos que aún seguían con el bandolerismo, es decir los cántabros y sus vecinos, ha domado César Augusto y en lugar de hacer daño a los aliados de Roma, ahora ellos prestan servicio militar a los romanos, los conincos y los plentuisos que habitan junto a la fuente del Ebro. Y Tiberio, su sucesor (de Augusto) puso en esta región un ejército de tres legiones, formado por Augusto, y logró hacer no sólo pacíficos, sino hasta civilizados una parte de ellos». Fuente: unav.es
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1. Introducción
En el texto que nos ocupa vamos a obtener una serie de informaciones, relativas al pueblo Lusitano, habitante de la región Oeste de la Península Ibérica durante el siglo II a.C. Los datos informativos versan tanto en los modos y costumbres vitales, como en los de las artes de la guerra, religión y adivinación.
2. Localización del texto y Autor
Obra: “Geográfica”
Texto: es un fragmento de la obra de 17 volúmenes.
Situación del fragmento: el tercero dedicado a Iberia. (Geografía III.3.6-8).
Autor: Estrabón. Fue un geógrafo e historiador griego. Gran viajero, recorrió casi todas las tierras de la ecúmene, pero nunca estuvo en Iberia.
Fecha, periodo: se fecha entre los años 29 a.C, en que da comienzo su periplo, hasta el año 7 a.C. La época en que se escribe supone un desconocimiento enorme para los griegos sobre los pueblos bárbaros de Iberia.
Destinatarios: se dirige a un sector de población cuyo desconocimiento sobre dichos pueblos es tal, que cualquier circunstancia, hecho o dato que se les hubiere referido por alguien mínimamente acreditado, la hubieran aceptado. Estrabón lo estaba.
Relación del texto con su contexto histórico: partiendo de la base de que el autor del texto Estrabón, nunca visitó Iberia, sino que toma sus referencias de otras fuentes como Posidonio, debemos valorar en su justa medida la aportación histórica respecto a las costumbres de lucha de los Lusitanos.
Los datos, en su conjunto, pueden ser perfectamente válidos a la hora de tomar una interpretación general sobre su forma de vida rústica y dura, sin embargo en las particularidades debemos ser más cautos en la creencia. Es muy relevante el hecho de que repite en varias ocasiones “Dicen…” lo cual en ambivalencia indica que lo cuentan otros y él lo traslada, y de alguna forma también refleja esa honestidad que indicaremos más adelante.
La época en la que nos situamos en la redacción del texto es tiene constatada una comunicación retardada por las distancias y la ausencia de medios locomotores rápidos, de una transmisión fundamentalmente oral de los hechos, con una existencia de escritores escasos en proporción a la población y de reputación notable por el mero hecho de serlo, y por tanto todos estos factores refutan de alguna manera esa cautela a tener “a priori”.
Características de la personalidad del autor que se reflejan en el texto: conocimiento de otras culturas al describir comparaciones, así como geográficos.
Relación de la obra con el resto de la producción del autor: Es la obra más conocida del autor, la más completa conservada, aparte de sus “Memorias históricas”, y tiene gran valor informativo por las extensas observaciones acerca del mundo antiguo conocido en esa época.